El 70% de las españolas de 35 años no tiene hijos. ¿Qué está pasando? Los expertos coinciden en que el retraso de la maternidad puede acarrear serios problemas de reproducción para aquellas mujeres que, en su futuro, deseen tener hijos «antes de que sea demasiado tarde, les llegue la desesperación y las prisas».
La cuestión es que después de los 35 años, por más que cueste asimilarlo, los problemas para poder quedarse embarazada aumentan por el deterioro de la calidad en los óvulos y el descenso de la reserva ovárica. Y no sólo eso. Los expertos también señalan que en varones mayores de 35 años la calidad del esperma se reduce, siendo una gran traba a la hora de fecundar el óvulo.
El doctor Luis Martínez, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), avisa del aumento exponencial de tratamientos de fertilidad a mujeres treintañeras como consecuencia de posponer el momento de ser madre. En base a un reciente informe publicado por la SEF, el 47% de los ciclos de Fecundación In Vitro (FIV) con ovocitos propios se ha realizado a pacientes de entre 35 y 39 años, siendo este el grupo mayoritario. Sin embargo, el 67% de las FIV con donación de óvulos se han hecho en pacientes mayores de 40 años. «Estos datos son la muestra del impacto que tiene la edad sobre la fertilidad femenina, que, aunque es algo que los médicos conocemos desde hace mucho tiempo, la sociedad no acaba de ser plenamente consciente», explica el médico.
Los grandes beneficiarios de este nuevo fenómeno social, donde predominan los singles frente a la familia tradicional, son las clínicas de reproducción asistida. Estos centros sanitarios privados han aumentado sus ingresos considerablemente tratando a pacientes de última hora, es decir, mujeres solteras y parejas que buscan tener hijos cueste lo que cueste. Y todo tiene un precio. La esperanza de ser madre ya mueve millones de euros en una nueva industria de la era posmoderna: los tratamientos de fertilidad que alargan la edad natural de los ovarios. ¿Ha pasado de moda la reproducción natural?
La reproducción natural, ¿pasada de moda?
El doctor Fernando Prados, embriólogo de la SEF, analiza cómo se ha incrementado un 9,6% el número de tratamientos de fecundación in vitro en los últimos tres años. El informe se ha realizado con los datos aportados por 286 centros españoles. Un total de 127.809 ciclos de FIV y 38.903 Inseminaciones Artificiales han sido registrados.
La Sociedad Española de Fertilidad recoge un total de 383 centros de reproducción asistida en nuestro país, privados y públicos, en 2016, lo que nos colocaría en el segundo lugar del mundo, por detrás de Estados Unidos, con más clínicas de fertilidad. Las empresas se embarcan en este nuevo mercado de pacientes cargados de emociones y sueños , y, por supuesto, con la cartera preparada.
La media del total de ciclos practicados a las féminas está en torno a 150.000 al año. Prados informa sobre «los múltiples avances médicos en tecnología embrionaria y la enorme capacidad y eficacia en la criopreservación de ovocitos y embriones«. El especialista especifica que la finalidad de reproducción asistida es que de un tratamiento nazca un único bebé. «Los investigadores estamos trabajando para que el tratamiento de reproducción asistida sea lo más parecido posible a un ciclo de reproducción natural», comenta el doctor.
La gran demanda dispara el negocio de la fertilidad y hace que se arrojen suculentos beneficios, que rondan los 400 millones de euros al año en España. Junto a las italianas, las españolas se sitúan a la cabeza de las mujeres que optan por ser madres primerizas después de los 40. Hay que considerar que cuanto mayor es la paciente, más aumenta el desembolso económico si no hay suerte. Sin embargo, las clínicas ya han ideado una serie de promociones para no dejar pelados a los futuros padres antes de tiempo.
Tarifa plana para «quedarse embarazada»
Los ciclos de fertilidad pueden ser fallidos, es uno de los mayores riesgos. Los intentos previos en vano hacen peligrar la capacidad económica del cliente-paciente. Se trunca el objetivo de tener un bebé. Pero las empresas ya han ideado toda una suerte de planes e incentivos para abaratar el proceso. De hecho, algunas hasta incluyen una tarifa plana con un número indeterminado de intentos de fecundación.